Política y Social

Caminos del deseo

Remedios Fuertes Gestión Cultural

En enero de 2003 el grupo Multiplicity, fundado por Stefano Boeri, realizó dos viajes en coche por las cercanías de Jerusalem con el objetivo de medir la densidad de los dispositivos fronterizos de la zona. El 13 de enero, acompañados por una persona con pasaporte israelí, se desplazaron por la carretera 60 de la colonia de Kiriat Arba a la colonia de Kudmin. Al día siguiente lo hicieron de Hebron a la ciudad de Nablus, viajando esta vez con una persona con pasaporte palestino. Ambos trayectos, de similar longitud, que comenzaban y terminaban en las mismas latitudes incluso llegando a solaparse en algunos tramos, tuvieron una duración extremadamente distinta: una hora de recorrido el primero y cinco horas y media el segundo.

Esta excelente pieza documental, titulada Road Map y mostrada recientemente en CentroCentro en la exposición Transutopías. Movilidad. Movimiento. Movilización, comisariada por Rosa Pera, José Luis de Vicente y Víctor del Río, representa hoy, casi 15 años después de su realización, un perfecto manifiesto sobre la situación actual de la movilidad urbana.

En la vigilia de la aparición de los primeros coches sin conductor en nuestras ciudades, y a la espera de viajar de Madrid a Nueva York en 3 horas gracias a Hyperloop, mientras observamos la aparición diaria en nuestras calles de nuevas compañías de carsharing, alquiler de bicis o de scooters eléctricos, el vídeo de Road Map nos recuerda que la movilidad hoy no debería limitarse a ser una ciencia del vehículo y de la infraestructura.

Las fronteras, los checkpoints y las vallas (visibles o no) que se nos permite cruzar diariamente (o no), deben recordarnos que, hoy como hace siglos, los sistemas de privilegio y opresión que habitamos nos atraviesan y se manifiestan en todos los aspectos de nuestra vida.

¿Qué podemos hacer, entonces, si por cada nuevo medio de transporte inventado en el mundo aparece una nueva valla o ley anti-migrantes, si en cada congreso internacional sobre smart mobility descubrimos nuevos datos sobre violencias urbanas, si por cada nodo intermodal aparece una nueva barrera arquitectónica o si a cada avance tecnológico hacia un transporte sostenible, eficiente y barato corresponde, fatalmente, un nuevo diagnóstico que nos demuestra que la cultura de la movilidad dominante es fundamentalmente capitalista, racista, patriarcal y capacitista?

Esta perspectiva, aquí resumida con extrema síntesis, está en la base del proyecto “Culturas de la Movilidad”,  que el ingeniero Miguel Álvarez coordina desde Medialab Prado, y en el que, en septiembre de 2018 con ocasión de La Celeste, Semana Europea de la Movilidad, fuimos invitadas a diseñar un programa de mediación cultural que acercara a la ciudadanía  a estos temas desde una perspectiva crítica y participativa. Se trataba de enlazar la ya mencionada exposición Transutopías. Movilidad. Movimiento. Movilización, una presentación de resultados de los laboratorios Madrid Escucha, Interactivos y Visualizar realizados en Medialab en los últimos dos años, y una serie de charlas y talleres programados para La Celeste, añadiendo otras actividades e incluyendo nuevos públicos participantes al programa.

Nuestro punto de partida, fue considerar que Madrid es una ciudad donde existen tantos tipos de movilidad como comunidades que se desplazan, cada cual portadora de necesidades, problemas y oportunidades específicas. Consideramos fundamental poder abrir espacios donde conocer, visibilizar y profundizar estas especificidades para poder pensar la movilidad en términos inclusivos y, sobre todo, dar plena centralidad en el debate a las personas que se mueven, a sus cuerpos y sus subjetividades, teniendo en cuenta que, a día de hoy, la movilidad, sus límites y sus oportunidades implican reflexiones que van mucho más allá del estudio de los medios de transporte y las infraestructuras.

Nuestra intención, desde el principio, fue tratar de romper con la unidireccionalidad del flujo de información, ofreciendo un entorno fértil para el intercambio de visiones, saberes y vivencias, que pusimos en juego inspirándonos en los llamados caminos del deseo, esas rutas diseñadas por los tránsitos de las personas que, a menudo, transgreden los trazados oficiales para buscar otros más coherentes con sus necesidades vitales.

Estos caminos nos enseñan a diario que existe una inteligencia colectiva constantemente activa en la ciudad capaz de transformarla y (re)adaptarla de manera crítica. Sin embargo, ¿cómo interpelar a esta inteligencia ciudadana en el debate superando los habituales foros expertos? Y sobre todo, ¿cómo complejizar las visiones que heredamos en torno a la movilidad poniendo en cuestión algunos de sus dogmas como la velocidad, la eficiencia y el capacitismo? ¿Cómo construir colectivamente unos caminos del deseo a lo largo de temas de reflexión tan importantes como la movilidad urbana?

El programa cultural para Medialab Prado en La Celeste, diseñado en coordinación con Iván Ortiz, La Liminal, el colectivo Nada y Servando Rocha, se compuso de visitas críticas a las exposiciones de CentroCentro con colectivos con diversidad funcional y movilidad reducida, derivas urbanas por las inmediaciones de Medialab y el Paseo del Prado, talleres de prototipado utópico y recorridos por los bajos fondos y los subterráneos madrileños. Estas actividades sirvieron para poner a debate y dar visibilidad en la agenda pública e institucional una reflexión que demasiado a menudo olvidamos: los límites de nuestra capacidad de desplazarnos están marcados de manera profunda por nuestro cuerpo, nuestro género, nuestra edad y nuestra condición legal.

De la misma manera, romper la unidireccionalidad y el ensimismamiento de ciertos foros técnicos donde se proyecta y se planifica nuestra movilidad nos sirvió para darnos cuenta, otra vez más, del extraordinario deseo de cambio y de la voluntad de contribución para ello de las diversas comunidades que habitan la ciudad.

Madrid es una ciudad que tiene mucho por hacer, y a pesar de que ya se está haciendo mucho, a lo largo del programa pudimos descubrir que a la preocupación por los atascos, la contaminación y las carencias en el transporte, tenemos que sumar con más fuerza el cuidado por los afectos, los miedos, las violencias y las exclusiones. Estudiar estos elementos en conjunto dando voz a quienes los viven a diario e incorporando en las políticas públicas nuevas estrategias para dar respuesta a estos problemas, tiene hoy una importancia prioritaria si queremos que el futuro se construya a partir de la centralidad de las personas, y que las infraestructuras que están naciendo a nuestro alrededor no puedan desplazarnos una y otra vez. Es un camino largo y complejo, una razón más para recorrerlo acompañadas.

Política y Social

Pau Fau
«Brasilia nómada». Transutopías

Remedios Fuertes

Gestión Cultural

Remedios Fuertes son Vanesa Viloria, productora de contenidos y gestora cultural y Massimiliano Casu, arquitecto y artista visual.