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Crear(se)

Susana García Toledo Psicóloga

Según la RAE, la creatividad puede definirse como:

  1. Facultad de crear
  2. Capacidad de creación

Llama la atención lo escueto de la definición para una palabra que alberga tanto.

Pensemos en el objeto de creación. ¡Pueden crearse tantas cosas!: pinturas, esculturas, canciones, películas, huevos fritos con patatas, edificios, catedrales, puentes, aviones, bufandas de punto, alfombras de lana, cortes de pelo modernos, maquillaje de día, vestidos de noche, trajes de baño, casitas de muñecas, manos biónicas, mesillas de noche y así una lista innumerable de objetos.

Pero más allá de lo material, de esa creación que se toca, ¿qué pasa con lo intangible?; con todo eso que se crea y que no tiene un ente físico.

La creación de vínculos, de pasiones, de historias, de hacer que te pasen cosas. Y también la creación más importante, la que viene después de la ruptura, de la pérdida; ahí es cuando toca parar y reinventarse. Crear, crearse, dejar que algo muera para que algo nazca. Quien cierra una puerta, abre una ventana, suelen decir, ¿no?

Porque igual que no hay vida sin muerte, no puede haber creatividad sin destrucción, sin movimiento, sin evolución.

Y ahí es donde está la creatividad. Habita en la frustración, en la crisis, en la necesidad, en la pérdida y en la ausencia; no en el éxito ni en la plenitud.

Vivir está lleno de complicaciones, frustraciones, inquietudes, crisis. Algunas avisan, algunas llegan así de sopetón. Perder un trabajo, una ruptura amorosa, un accidente, una infidelidad, una enfermedad terminal.

Y seamos realistas, no hace falta un acontecimiento tan vitalmente importante y doloroso para ponernos en crisis. Muchas veces con vivir es suficiente, las cosas no son como esperamos o como nos gustarían: tu novio no te escucha, tu amiga te da plantón, una gotera del piso de arriba, una factura que no esperabas, la visita al dentista, 2 kilos de más o de menos, ¿volverá a escribirme?

Este artículo no tiene el objeto de desmerecer estas frustraciones, ni mucho menos (en una especie de carpe diem y auto-ayudas varias), sino más bien de darles su lugar para pensar cómo las enfrentamos y con ellas, reinventarnos y vivir.

Vivir. A mí, creatividad me habla de eso, de la vida y de poder crear. Sobrevenirse de esas muertes cotidianas.

Y de eso saben mucho las mujeres, que no por feminismo (que también) sino porque si me dicen lucha, pienso en mujeres.  Porque si me dicen crear, pienso en mujeres.

Conozco (suerte la mía) a muchas mujeres valientes que se reinventan cada día. Porque ser mujer no es fácil, pero es maravilloso.

Y por eso, este artículo también podría llamarse “Oda a la mujer valiente”, para poder ser un pequeño homenaje a todas ellas. Que hoy me he despertado yo sentimental.

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Fotografía de Ana & Arth

Susana García Toledo

Psicóloga

Licenciada en la Universidad Autónoma de Madrid. Master en Psicoterapia Psicoanalítica en la Universidad Complutense de Madrid. El psicoanálisis aparte de ser mi profesión, es un modo de vida para mí y una pasión.
Mi interés en este proyecto surge desde ahí, desde la inquietud por poder acercar el psicoanálisis fuera de las teorizaciones y las intelectualizaciones imposibles y complicadísimas que tanto lo alejan y lo hacen ajeno. Para mí, el psicoanálisis es otra cosa, es una disciplina pero también una forma de estar en el mundo y por tanto el psicoanálisis también vive ahí, en lo mundano impregnando lo cotidiano.
Amante de la psicología, del arte, de los encuentros con vino, de la lectura y de las floristerías.