Todos tenemos en la cabeza la típica imagen de la bolsa de Nueva York donde aparecen cientos de personas gritando y haciéndose gestos con las manos mientras hablan por uno o más teléfonos para ejecutar las órdenes de compra-venta en los mercados financieros, sin embargo, en la actualidad, gracias al gran salto tecnológico que hemos experimentado en los últimos años, los mercados son cada vez más accesibles a cualquier persona, solo se requiere de un pc y una buena conexión a internet y abrir una cuenta con un broker que es la entidad con acreditación para ejecutar las órdenes que queramos hacer en el mercado.
Esta mejora en la accesibilidad a los mercados es un arma de doble filo de la que precisamente algunos brokers se aprovechan sin escrúpulos para captar posibles clientes. Algunos te dan cierta “formación” gratuita si abres una cuenta con un saldo mínimo o incluso te ofrecen 100 o 200€ si garantizas que vas a realizar un mínimo número de operaciones que en definitiva es de lo que viven, con cada operación de compra o de venta el broker se lleva una comisión.
Pero el trading es más complejo de lo que parece, por supuesto que cuando el broker te da la formación sobre su plataforma que es la herramienta básica para visualizar los mercados, realizar análisis técnicos, enviar las órdenes, etc, te lo pintan muy fácil y te exponen operaciones exitosas para que te crees expectativas ganadoras sin embargo el éxito como trader no es tan fácil.
Intentaré sintetizar en qué consiste el trading en varios pasos:
Lo primero que hay que hacer es estudiar la historia pasada de un activo, por ejemplo el índice IBEX-35, y tratar de identificar ciertos patrones que haga el precio con la ayuda de indicadores o simplemente con la acción del precio, de tal forma que la mayoría de las veces que el precio replique el patrón se cumplan las expectativas y la operación tenga éxito. Esto puede parecer complicado pero es la parte más fácil del trading, solo requiere cierta dedicación para estudiar el activo con el nivel de detalle que se quiera. Como resultado de este estudio se obtienen las reglas básicas para entrar y salir del mercado que constituyen el sistema de trading. El porcentaje de éxito de un sistema está obviamente relacionado con el patrón de entrada pero también con el punto de salida, por ejemplo, si cuando ordenamos una entrada de compra de un contrato del índice IBEX a un precio de 9000 puntos y esperamos a salir o vender el contrato cuando el precio sea de 9050 puntos el porcentaje de éxito será tanto menor por cada punto de más que esperes obtener del mercado. Esto nos lleva a determinar la gestión monetaria, que no es más que acotar en cada momento lo que estás dispuesto a perder y a ganar con cada entrada. Está extendido en este mundillo que por cada entrada nunca hay que arriesgar más del 2 o 3% del capital que se disponga en la cuenta, esta medida es necesaria para evitar quedarse sin capital cuando se encadenan varias operaciones negativas consecutivas.
Una vez que se determina el sistema de trading y la gestión monetaria, solo hay que ponerlo en práctica, y ésta sí es la parte más complicada del trading porque en el transcurso de la operativa desde que entramos hasta que decidimos salir del mercado, el precio oscila continuamente a favor y en contra de nuestra posición creándonos expectativas que nos llevan a salir antes para reducir las pérdidas cuando el precio va en nuestra contra o para recoger beneficios antes de llegar al objetivo por temor a que el precio se dé la vuelta y nos acabe dando pérdidas. Y es que nuestra mente no está preparada para funcionar sin expectativas, no obstante, la clave del éxito de todo trader es aprender a gestionar las emociones para evitar que no influyan en la operativa y poder llevar a la práctica de forma rigurosa y disciplinada el sistema que hemos creado. No es necesario saber lo que va a hacer el precio para tener éxito porque no es necesario tener éxito en todas las operaciones, hay sistemas que incluso ganando el 40% de las entradas tienen un resultado positivo pero psicológicamente es muy duro perder más veces de las que ganas y sobre todo encadenar una racha de 10 o más operaciones negativas, esto hace que nos impacientemos y cambiemos las reglas del sistema modificando también el ratio de éxito previamente determinado en la fase de estudio. Tenemos que aprender a ejercer lo que sabemos y no lo que creemos, esto es un poco paradójico, ¿Cómo ejercer lo que se “sabe” en un mundo tan incierto como el de los mercados financieros?, lo que sabemos es lo que hemos concluido en la fase de estudio y tenemos que ceñirnos a ello siendo rigurosos y evitar operar en base a lo que creemos en función de lo que hace el precio en cada momento, así pues, hasta que conseguimos ejercer lo que sabemos de forma natural, entramos en una lucha continua contra nosotros mismos cada vez que operamos. A menudo, cuando los resultados no acompañan, tratamos de estudiar mejor el mercado para aumentar la fiabilidad o ratio de éxito de nuestro sistema incorporando nuevos patrones y no nos paramos a pensar en si realmente estamos haciendo una operativa fiel al sistema que es mucho más importante. Solo cuando se supera esta lucha personal contra uno mismo se puede llegar a tener éxito como trader.
Sin embargo la inmensa mayoría de la gente que se introduce en este mundo no consigue resultados consistentes y acaba perdiendo el dinero de la cuenta o abandonando definitivamente.
Existe amplia bibliografía que trata de la psicología del trading y de cómo tener éxito y todos ellos recurren una y otra vez a la gestión emocional como una de las claves más importantes, lo cual es cierto y además bastante fácil de comprender, todos tenemos ganas de ser exitosos en lo que hacemos y miedo al fracaso pero en este caso particular, los fracasos (operaciones con pérdidas) son tanto o más habituales que los éxitos (operaciones con ganancias) y esta es la paradoja del trading, cuanto más pierdes más cerca estás de ganar.
Resumiendo, el trading consiste en una actividad que requiere cierta preparación no solo de conocimiento de los mercados financieros sino de uno mismo hasta tal punto de poder controlar las respuestas emocionales que nuestra mente activa de forma natural ante estímulos negativos o positivos, así pues, no os introduzcáis jamás en este mundo al menos que tengáis claro lo anterior.
Interesante punto de vista sobre el tema.